martes, 20 de enero de 2009


Ella creyo estar en el paraiso cuando aquella noche con él se entrego de cuerpo y alma y amandolo sintio que la hizo mujer. Él tenia tenia veinte y ella dieciseis para ella era su mendigo y su rey. Le entrego toda su vida, sin limites y sin medidas con la inocencia de su primera vez. Ella sintió como la primavera se hiba haciendo invierno en su piel. Como pasaba su vida extrañándolo y nunca mas lo volvió a ver. En su vientre fue creciendo el amor y en su corazon, en su alma el dolor. Y entre lagrimas y heridas, valor y fuerza despedidas sintió el milagro de su hijo nacer. Y ella pregunto ¿donde estas mi amor?, ¿Por qué nadie me habla de tí?, ¿Por qué me haces sufrir?, ¿Por qué no estas aquí?, ¿Por qué me duele tanto vivir? ¿Quién tiene tu piel, tu mirada fiel?. Me haces falta yo te esperaré. Ella alzo su bebe, con valor y con fé, miro al cielo y sonrió sin querer. Era demasiado extraño que nadie supiera lo que sucedió. Como del día a la noche y sin decir adiós el no regreso. El destino ya no se lo oculto y en un diario viejo lo descubrió como el hombre de su vida, una noche en la ruta y de priza perdió el control y así su mundo acabo. De pronto sintió su cuerpo cansado, sus brazitos dejo caer. Se mojaron sus mejillas, debió en un suspiro profundo de ayer. El dolor la hizo mas fuerte esta vez prometio a su hijo que iba a estar bien. Intentaba y no podía entender como iba a ser su vida, sin el calor de su mendigo y su rey. Y ella pregunto ¿Donde estas mi amor? ¿Por que nadie me hablaba de ti? ¿Por que me haces sufrir? ¿Por que no estas aquí? ¿Por que me duele tanto vivir? El tiene tu piel tu mirada fiel, me haces falta yo te extrañare ella alzo su bebe con valor y con fé miro al cielo y sonrio sin querer. Mi mendigo y rey. Siempre te amare.

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